Tíndalos
Un pequeño homenaje a los “Perros de Tíndalos” de Frank Belknap Long
“Intuí el
secreto existente tras las Nubes Magallánicas y las nebulosas globulares, y la
siniestra verdad que ocultaba la inmemorial alegoría del Tao.”
H.P. Lovecraft
El Sargento Detective Douglas de la
Policía de Partridgeville recibió un extraño sobre que contenía una carta y una
llave. La carta escrita con seguridad e impecable cursiva…
“… No cabe duda que usted recuerda la
muerte del señor Halpín Chalmers, ocurrida el 3 de Julio de 1928, en el número
24 de Central Square, encima de la Joyería Smithwich & Isaacs. Un hecho terrible
e inexplicable para todos y especialmente para usted que estuvo a cargo de esa
investigación, debido a las circunstancias inexplicables de su muerte.
Mi nombre es Liam Edward Hancock, yo
era su vecino y en esa mañana del 3 de Julio ingresamos con el encargado del
edificio al apartamento del desdichado. De hecho, fué sorprendente y extraño para
mi entrar en aquella habitación vacía en la qué insólitamente había escayola
cubriendo todos los ángulos y encontrar el cadáver de Chalmers tirado en el
suelo, desnudo con la cabeza desmembrada y esa gelatina azul cubriéndolo. Tardé
mucho tiempo en reponerme de esa imagen..
Supongo que me recuerda del interrogatorio
que me hizo. En esa ocasión le hablé de los detalles de cuando encontramos el
cadáver del Señor Chalmers.
Pero debo confesar, que no le dije todo
aquel día. Dos semanas antes el Señor Chalmers llamó a mi puerta. Me dijo que
necesitaba librarse de los muebles y de su biblioteca. No me dijo porque. El
hacía solo un mes que alquilaba y apenas sabía que era escritor y periodista, pero
supuse que sus libros serían interesantes y acepté. Como usted sabrá, yo
trabajo desde hace muchos años en la Joyería Smithwich & Isaacs, justo aquí debajo y mi oficio de pulir
piedras preciosas no me deja mucho tiempo, vivo solo y la lectura me sabe
acompañar. De esta forma accedi a que me dejara algunos muebles y los libros,
el resto creo que los entregó a una sociedad de beneficencia.
Luego de la primer pericia, yo
seguía el caso a través de la edición matinal del Partridgeville Gazette. Así tiempo después pude informarme de un rumor
más extraño aún que la muerte de Chalmers. El análisis químico de la sustancia
azul encontrada en el cádaver era desconocida, que podría ser incluso de origen
extraterrestre. Luego el silencio del caso fue absoluto, nada más fue
publicado. Lo que paso después intuyo que quizá lo sepa mejor que yo. Pero
aquí, llegaron esos agentes al edificio, parecían del gobierno… entraron a
aquel apartamento y no me permitían abrir la puerta hasta que terminaran su
“trabajo”. Algunos llevaban trajes aislantes naranjas…
Fue entonces cuando decidi leer e
investigar por mi cuenta, para poder entender esa extraña muerte.
Busque en la biblioteca de Chalmers
entre sus libros hallé notas y un manuscrito escrito por él, “Los que velan en silencio”, lo leí y pude
entonces darme cuenta de su pretensión de viajar en el tiempo, hacia otra
dimensión…
Chalmers en su manuscrito describe
que el tiempo es curvo en su viaje dimensional existen vastas regiones del
tiempo curvo y otras angular. “Lo impuro
se expresa en ángulos; lo puro, en curvas. El hombre, o mejor dicho, lo que hay
en él de puro, procede de lo curvo.” Hay moradores del tiempo angular que
la tradiciones los llaman “Perros de Tíndalos”, aunque en realidad no tienen
forma definida. Al parecer… Chalmers fue atacado por uno de ellos…
Fue un lento rompecabezas que empecé
armar leyendo aquel manuscrito y luego los libros. Durante más de un año estuve
estudiándolos…
En los anaqueles, estaban "Las Enéadas" dictadas por Plotino y
escritas por Porfirio. Junto a a ellas fue sorprendente encontrar 6
volúmenes de las desconocidas “Enéadas
Oscuras” de Porfirio una edición impresa en París de 1891. En ciertos
círculos esotéricos eran conocidas como las “Enéadas apócrifas” y se creían perdidas en la tragedia de la
Biblioteca de Alejandría. De la misma forma que los 54 tratados de las enéadas
conocidas, dictadas también por Plotino y escritas por su discípulo Porfirio,
que describen las categorías del alma en su ascenso a los “Cielos”, las “Enéadas Oscuras”
es la antagonía de las almas en el inframundo. Junto a las otras “eneadas”
conocidas, conforman
108, el número sagrado y místico del oriente.
También estaba el extraño libro “De
Vermis Mysteriis” de Ludwig Prinn, impreso en Praga en 1809. Entre los
libros hallé notas sobre los matemáticos Emanuel Moschopoulos y Frenicle de Bessy acerca
de los "Cuadrados Mágicos", unos apuntes “Sobre la curvatura del
tiempo” de Einstein… y una lista de las “91
partes de la Tierra” incluidas en los Aethrys
de John Dee. Había también un diseño de un cubo mágico Nasik y demás bocetos con dibujos geométricos, calculos matemáticos
y anotaciones…
Llegué así a la conclusión que Chalmers
con toda esta información pretendía hacer un mapa dimensional. Dispuse entonces
matemática y equidistantemente sobre el cubo mágico “Nasik” toda la información
de los libros y notas. Obteniendo como un mapa más claro, simbólico y más fácil
de memorizar, conteniendo las regiones de la luz, la tierra, el “Inframundo, y
el espacio sideral.
Chalmers tomó una droga llamada Liao para realizar el “viaje”, la misma
que consumía Lao Tsé mientras escribía el “Tao
Te Ching”. La droga está hecha con las flores del “Loto Negro” en verdad no fue difícil conseguirla en New York, a
través de unos traficantes chinos, aunque la dosis necesaria cuesta 1000 doláres.
Memorizando durante un mes las claves
que marqué en el cubo Nasik, dispuse la habitación y la vacié de muebles, y
utilizando el Feng Shui eliminé todas las “flechas” Sha Qi cubriendo
con escayolas los ángulos.
Entonces…, tome la droga Liao. Inicié ese viaje a la otra
dimensión vi claramente la divisón de la “luz” y el inframundo, vi los ángeles
o los guías, y allí abajo los guardianes del Inframundo. Vi mis vidas
anteriores en distintas épocas y partes de la Tierra, y algunas cosas que
supongo Chalmers vió, la Atlántida, el antiguo Reino de Kumari Kandam y también Mu. No tuve encuentro con
los llamados “Perros de Tíndalos” que habitan en los ángulos del tiempo, ya que
me mantuve entre las curvas y firme en mi mapa dimensional memorizado. Conocí
el secreto de las escuelas de misterios de la antigüedad y el propio origen del
hombre. Fue entonces cuando decidí volver para no abusar de tamaño poder y
regresar al mundo.
La llave que tiene en el sobre es de
mi apartamento, encontrará los muebles de Chalmers, algunos libros, y el cubo
Nasik, hecho en madera cubierto de símbolos, se lo dejo para que me recuerde.
Porque yo no estaré iniciaré un viaje al sur para buscar algunos objetos
sagrados, enterrados por el tiempo. Comprenderá que tampoco puedo quedarme,
después de hacerle esta confesión. Los agentes del gobierno me estarían
buscando. Ahora ya sabe como murió Chalmers…”
L. E. Hancock
“Todo lo que ha
existido desde el origen del universo existe ahora también. Lo que sucedió hace
milenios sigue sucediendo en otra dimensión del espacio. Lo que sucederá dentro
de milenios sucede ya.”
Frank Belknap Long
Horacio
Alonso 28/09/2012